Un cultivo de sangre es una prueba para detectar microbios (como bacterias o un hongo) que pueden causar una infección. En caso de que se detecte una infección bacteriana, puede ser grave ya que la sangre puede propagar las bacterias a cualquier parte del cuerpo muy rápidamente.
Esta infección también se conoce como sepsis, cuyos síntomas incluyen fiebre alta, escalofríos, respiración y frecuencia cardíaca aceleradas, confusión y presión arterial baja.
Los cultivos de sangre (hemocultivos) pueden ayudar a identificar el tipo de microorganismo que causa la infección y, en consecuencia, facilitan la determinación del mejor tratamiento según el caso.
Una infección de la sangre también se puede desarrollar cuando el sistema inmunitario está debilitado: ocurre en lactantes y adultos mayores, y debido a enfermedades (como cáncer o SIDA) o a medicamentos (como corticosteroides o de quimioterapia)
¿Cómo se hace un cultivo de sangre? Se requiere una muestra de sangre a la que se le añade una sustancia que estimula la multiplicación de los microbios. En ocasiones, se toman dos o tres muestras de sangre de venas diferentes para evitar la omisión de alguna bacteria u hongo.
Un resultado positivo significa que se identificaron gérmenes en la sangre: bacterias, que causan sepsis; pero también otros como hongos o virus.
El hemocultivo no debe realizarse o los resultados no serán útiles cuando:
19 Mar 2025
28 Feb 2025
25 Feb 2025
13 Feb 2025
30 Jan 2025